startMiner - free and simple next generation Bitcoin mining software

domingo, 24 de junio de 2012

LA HISTORIA DE UN FEO


Voy a contarles mi historia, no es una historia de amor ni tiene un final feliz, pero es la única que tengo por haber nacido así, feo, muy feo. Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre, "hicimos lo que pudimos, pero salió".
Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta.
Como era prematuro me metieron en una incubadora, con vidrios polarizados.
Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda. Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo. De chico iba por los cuarteles para que me gritaran: ¡Alto! ¡Alto!
Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban: Señora, a su hijo, ¿Lo parió o lo tejió?  Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera cuando la compró. Una vez me perdí, le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres y me contesto: No lo sé, hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido. Y para colmo era muy flaco, tan flaco que un día metí los dedos en el enchufe y la electricidad erró la patada. Era realmente flaco, para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo lugar.
Pero mi problema no era ser tan flaco sino ser FEO.
Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo.
Sí amigos, yo soy FEO, tan FEO que una vez me atropelló un auto y quedé mejor.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres 
para pedir recompensa. Mi padre les contestó que quería más pruebas.
Yo creo que no pagaron el rescate porque en casa éramos muy pobres, pero eso sí, a pesar de nuestra situación económica, somos muy honrados. Mi padre era tan honrado que un día encontró trabajo, y lo devolvió. Por eso tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una tienda de animales y la gente no paraba de preguntarme cuánto Costaba yo. Un día llamó una chica a mi casa diciéndome, "Ven a mi casa que no hay nadie", cuando llegué no había nadie. A mi mujer le gusta mucho hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó a casa desde un motel.
El psiquiatra me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión. De acuerdo, además de loco es usted muy feo, me dijo.
Una vez cuando me iba a suicidar tirándome desde la azotea de un edificio de 50 
pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sus palabras fueron: ¡En sus marcas, listos! El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían condenado a la silla eléctrica.

martes, 5 de junio de 2012

EL SHOCK DEL FUTURO



EL SHOCK DEL FUTURO


A principios de los años setenta tuvo cierto eco popular y mediático un libro que nos alertaba sobre «la llegada prematura del futuro». Se trata de El shock del futuro del ensayista norteamericano Alvin Toffler, quien reflexionaba sobre la velocidad de cambio en una cultura como la nuestra, dominada por los efectos de la ciencia y la tecnología, y sometida a su excepcional capacidad transformadora.

La idea central del libro de Toffler puede exponerse de forma casi intuitiva y «familiar» con un ejemplo sencillo: hace sólo unos doscientos o trescientos años, nuestros antepasados nacían y aprendían a vivir en un mundo que, en grandes líneas, seguía siendo el mismo mundo donde acabarían sus días.
 Pocos cambios eran perceptibles en la vida de un ser humano. Pero a nosotros tal «comodidad» nos está ya negada; el futuro se nos echa encima a marchas forzadas, y mucha de la responsabilidad de esta elevada tasa de cambio reside en las perspectivas de novedad que ofrece la moderna tecno ciencia.

En los albores del nuevo milenio, el ritmo de cambio se ha hecho tan acelerado que hoy sabemos ya que el mundo en el que aprendemos a vivir y relacionarnos no será el mismo donde viviremos la mayor parte de nuestras vidas. El cambio preside nuestra civilización de una forma obsesiva, como no había afectado antes a nuestros antepasados. Estamos obligados a convivir con el futuro y los cambios que nos aporte.

Es interesante la lectura en cuanto a las predicciones que hace el autor, y más siendo que el libro fue escrito en 1970. En ciertos aspectos, parece un antecedente de su libro “La Tercera Ola”, por ejemplo cuando se refiere a que “la agricultura es la primera fase del desarrollo económico, y el industrialismo la segunda, hoy podemos ver que existe otra fase –la tercera- y que la hemos alcanzado súbitamente”. Desde ese entonces ya dividía el desarrollo de la sociedad en tres etapas, que seguramente le servirían para plantear posteriormente el concepto de “La Tercera Ola”.
El autor toca temas que parecerían actuales el día de hoy, tales como la evolución tribal, que hoy en día se habla mucho de ello como las tribus urbanas, o también menciona que los padres podrán diseñar cómo desean a sus hijos, en cuanto al sexo y hasta en el nivel de inteligencia, lo cual es totalmente posible hoy en día, pero hace más de treinta años era difícil de imaginar.
Asimismo, es interesante ver que el autor haya escrito sobre “La economía de la impermanencia”, en donde menciona que “la tecnología progresiva tiende a rebajar el costo de fabricación mucho más rápidamente que el costo de reparación”, lo cual es bastante cierto y lo podemos ver ahora en muchos de los aparatos electrónicos, como un DVD o un teléfono celular, que son más baratos cambiarlos por uno nuevo que mandarlos a reparar cuando se hayan descompuesto.
También menciona un poco de los “cyborgs”, que definitivamente se adelantó bastante a su tiempo al hablar de máquinas mitad humano y mitad máquina, que no son posibles en este momento y no lo serán en mucho tiempo, pero no dudo que también esta predicción sea posible como muchas de las que en su momento hizo y que sí se volvieron una realidad, tal vez no del todo acertada, pero sí muy aproximada.
Toffler plantea que la aceleración del cambio es también una fuerza psicológica y que el ritmo creciente de este perturba nuestro equilibrio interior y altera nuestra experiencia misma de la vida. Para sobrevivir lo que él llama "el shock del futuro" el individuo debe convertirse en un ser infinitamente más adaptable y sagaz que en épocas anteriores. Debe encontrar nuevas formas de "fijarse" a esta realidad, pues todas las estructuras conocidas se están modificando: religión, familia, comunidad, y por supuesto trabajo. Adaptabilidad y flexibilidad son 2 condiciones indispensables en el nuevo mercado laboral.
 Los ejes principales en los cuales giran su texto son los siguientes:

1. Muerte de la permanencia. Nuestra sociedad, hoy día, es altamente más transitoria que la de ayer.
2.  La aceleración. Hoy tenemos la sensación de que “las cosas se mueven más de prisa”.
3. La novedad. Todo estará teñido de vivos colores y abierto a la individualidad.
4. La diversidad. La novedad nos lleva al cuarto eje: la diversidad. Ella es variedad, disparidad, heterogeneidad, multiplicada y multiplicada infinitamente.

“El término shock del futuro, en su forma más simple fue definido por Toffler como “demasiado cambio en un periodo muy corto de tiempo”. Actualmente cada diez años se duplica todo el saber acumulado por la humanidad desde el comienzo de la historia y a menos que uno esté muy bien informado, pasa con facilidad a la categoría de ignorante”. Por Jose Brechner


Conclusión

Yo creo que debemos de valorar el impacto de los cambios, e  ir con ellos, no quedarnos con la impotencia de lo aprendido en el pasado, si no el aprender a construir ese futuro abriéndonos a sus cambios y mejorando constantemente. Creo que la capacidad de los individuos de asumir estos cambios marcara su desarrollo.
Es un tema bastante complejo asegurar que puede pasar en un futuro ya que como lo decía su autor  algunos siempre buscan el avance en sus vidas, otros le huyen literalmente al cambio y prefieren la seguridad de lo ya conocido, es tanto así que se volvió un tema sicológico de estudio, demostrando como el cambio se ve reflejado hasta en nuestros niños que están tan acostumbrados al cambio que pueden cambiar un juguete viejo por uno nuevo con total facilidad cuando antes lo cuidaban generaciones tras generaciones.
Todos sus libros están relacionados entre sí por mostrar los cambios que se han venido viendo; los que se ven y los que se verán como lo es el “Shock  del Futuro” que es su forma futurológica de ver según él lo que se avecina y que no esta tan lejos de la realidad.